Solo efectivo en los bares y comercios cerrados en Madrid
En la cafetería Sanpas (en la calle de Alcalá, 506 de Madrid), los datáfonos no sirven y los camareros no pueden cobrar a los clientes ni servirles café, pero la cocina sí puede salir porque usan gas. “Yo he venido a comer aquí porque las placas vitrocerámicas de mi casa han dejado de funcionar” comenta una clienta. Al lado, la farmacia del barrio ha cerrado sus puertas para evitar problemas o incidentes, tal y como han hecho también muchos otros establecimientos de todo tipo.
Herente Wilmet (52 años, Madrid), responsable de otra cafetería en la calle Alcalá —Los Almendros, en el número 508— también se ha visto impactado por el apagón: “No funciona nada tecnológico. Se ha ido cuatro veces la luz, pero seguimos aceptando clientes porque tenemos bombonas para cocinar. En cambio, tendrán que pagar en efectivo, pero ya tenemos menos clientes porque se ha paralizado todo”. Las neveras donde guardan bebidas y comida han dejado de funcionar. En un plazo de seis horas, tendrán que tirar todos los alimentos a la basura, si no vuelve la electricidad, comenta.
Laura Pastorino (53 años, Madrid) jefa de cocina en la cadena de restaurantes Gino’s: “En nuestro caso, ni pudimos abrir el restaurante porque la cocina es eléctrica” explica. “Es cierto que el lunes normalmente es uno de los días más tranquilos, pero aun así vamos a perder muchos clientes, que vienen al salir del trabajo para el almuerzo”, comenta la jefa de cocina mientras fuma un cigarro delante de la puerta del restaurante. “Estamos esperando a que vuelva la luz. Nosotros ni tenemos bombonas de gas” asegura.